Palíndromos de Dario Lancini

Yo sonoro no soy

Roma no cede con amor

Adan no cede con nada

¿Son ruidos acaso diurnos?

Son robos, no solo son sobornos

No te comas la salsa, mocetón


ODA

¡Mirad! Océanos reputados parecen,

amada, rimar.

Oh Azul…

¡A la mar! ¡Redes a la roda!

No remó.

Habla la sibila: <<¡Dios, a remar
se van…, se van.

Átropos sola los soporta.

Son ruidosos, Ulises, oíd sus naves.

Se van.

Oíd a la pleamar.

Brama la ola famosa.

Ramera, ramera ególatra, pasan eras al Evo.

No remó.

¡Hay epopeya! ¡Hay orto! Y acaya da ídolos.
Naves…, naves.
Ramera soez, a la sacra Palas oíd.
¡A reír! Yo sin oído viví de reír.

A remar.

Al asirio cráneo sin oído sus orejas
Apolo sanó.
Ilíada… De los áloes ídolo serías.
Amor azul… Se van. Sus aras Apolo pasa>>.

LA NOCHE

Se van… Se derrama la mar,
Brioso Dionisios, ¿Ulises era ídolo?
Pasan eras al ocaso y el río las une.
Vamos a oír, beodo toca Baco.
Toma la cítara, poeta, Liba.
Habla la diosa: —<<Eneas, a sumar años,
a remar.
Aleja el oleaje la luz —ahora me deja.
El olivo mayor te dan, Elena, ¿ves?
Se van sus naves…, ¡oro y seda!
De secuas ramos daré.
Tierra…, mar…, ¡oh Azul!, al aire
háblale.
¡Salta la ola famosa! Rameras, oíd: yo soy yo>>.
Habla la ramera: —<<¡A remar! Ares une
varios odios. Usa sus ojos, usa sus
edades, aloja bajo las Eras. Oídle:

¡A remar! Al oírnos emerge la ola
famosa.
Ramera diosa, tu piel leí. ¡Putas, oíd!
A remar.
¡Asoma falo alegre! Me sonrió la ramera.
El dios Ares aloja bajo las Edades. Usa
sus ojos, usa sus oídos.
Oirá.
¡Venus era ramera!
A remar. Al alba hoy yo soy dios.
A remar. ¡Asoma falo al atlas!>>

EL ALBA

Hería la luz. Ahora mar, reiterado mar…
¡Sauces, edades y oro!… Se van sus naves.
Se van, Elena de Troya: móvil oleaje de
mar.
¡Oh Azul! Aleja el oleaje, la ramera
soñará.
Musas, a Eneas oíd. Al alba, hábil ateo,
para ti cálamo toca Baco todo ebrio.
Asoma Venus al oírle. Yo saco las arenas,
Apolo.
Di, Ares, ¿es iluso sin oídos oír? Brama
la mar.
Redes…, naves.
¡Eh! Con alas Apolo pasará sus naves.
¡Luz!
¡Aromas, aire, sol!
Odiseo, la soledad a Ilión asoló.
Pasajeros, usó Dioniso en arcoris a
la ramera.
¡Ríe, redivivo Dionisio, y ríe radiosa la Parca salaz!

¡Eos!
A remar, se van…, se van.
¡Sol!
Odiada ya cayó Troya. ¡Hay epopeya!
Homero no ve las arenas. Apártalo, Gea.
Remar…, a remar.
Asoma falo a la mar. Brama el Paladión.
¡Aves!
Se van sus dioses. Ilusos o dirunos,
Átropos sola los soporta.
Naves…, naves.
Rameras, oíd al Ibis: —<<Al alba Homero nadó.
Rala se derrama la luz. Ahora mirad…
Amanece, rapsoda, tu persona eco da rimado>>.


Darío Lancini (1932-2010) fue un poeta venezolano, fundador del Grupo literario Tabla Redonda. Uno de los mayores expertos y creadores de palíndromos en lengua castellana. Su obra recibió elogios de figuras como Julio Cortázar.
Los poemas de esta selección pertenecen a su libro Oír a Darío (1975).

Autor: Alejandro Arturo Martínez

Alejandro Arturo Martínez es candidato doctoral en la Universidad de Princeton (Estados Unidos). Licenciado en Letras por la Universidad Católica Andrés Bello (Venezuela) y Magíster en Ética por Universidad Alberto Hurtado (Chile). Su área de interés es la literatura, el cine y las artes visuales latinoamericanas contemporáneas.