Presentamos tres poemas de la escritora peruana Valeria Román Marroquín.
i. DESPUÉS DE LAS BOMBAS VINIERON LOS SANMARQUINOS corriendo bajo cuesta hacia /la incertidumbre/ un laberinto de piedras y humo tres juraron entre lágrimas no retroceder ante una totalidad articulada/compleja/contradictoria y sus instituciones y sin embargo enterrados sus rostros sus costillas el olor a batalla les quemaba las narices un rumor de derrota se sobreponía / después de las bombas despejaron el terreno pesando sus pasos y golpe tras golpe y grito tras grito hacia el desconcierto un laberinto de piedras y panfletos donde anduvimos perdidos bajo la mirada de trescientos uniformados dos tanquetas complacientes y tres perros del lugar inevitablemente /quedaba esperar/ a lo lejos el sol quema sin haber salido
ii. DESPUÉS DE LAS BALAS VINIERON LOS CAÍDOS y avanzaron como única verdad legítima justa y grande entre cuantas ha conocido la historia bajo la mirada de tres perros del lugar trescientos perros del estado cien estudiantes (y un poco menos, se especulaba) formados algunos con palos otros con miedo desnudos los ojos abiertas las voces a defender una única hipótesis posible todopoderosa porque es cierta ESTAMOS CONVENCIDOS LA LUCHA ES EL CAMINO hasta quedar exhaustos pero indivisibles después de las bombas la ansiedad de la lógica en sus cabezas y en sus bocas un vacío como la noche negra en sus estómagos / un laberinto de piedras y pan duro para la noche acaso una formación social concreta con una historia específica se ha levantado acaso un hito un proceso revolucionario –de entre los varios procesos en la historia– siquiera prerevolucionario acaso una oportunidad para la articulación de nuestro glorioso movimiento una oportunidad para recuperar por fin recuperar el cogobierno recuperar los espacios de la reforma por fin denunciar mil veces denunciar grupos autoritarios sectores corruptos sectores reaccionarios los mismos miserables sirviendo a un aparato abiertamente privatizador mercantilista sirviendo acaso no el estado acaso en su cima los andes sostengan el deber democrático de brindar a todos los malditos amurallados un libro un mísero libro hasta el punto de no dejarnos morir acaso un laberinto una vanguardia en nuestros estómagos acaso lenin nos veía acercarnos cien años atrás acaso estamos sangrando acaso los nombres las consignas los héroes las batallas el dolor se quedan en el silencio de la madrugada plena hora en que atacaron miserables la negra noche /como un hoyo/
iii. DESPUÉS DE LAS BALAS VINO EL FISCAL defensoría la prensa un par de curiosos un congresista después de las bombas mirarnos las caras y pensar que todo está hecho a lo lejos la victoria quema un rumor de retorno permanece bajo la sombra nudo de inquietudes: nadie baja la cabeza
Valeria Román Marroquín (Arequipa, 1999) Estudia Filosofía en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha publicado Feelback (2016), su primer poemario. Entusiasta del queso helado.
La fotografía utilizada es de Aaron D. Feen.