Va corriendo, andando, huyendo
de sus pies …
Va con dos nubes en su nube,
sentado apócrifo, en la mano insertos
sus tristes paras, sus entonces fúnebres.
Corre de todo, andando
entre protestas incoloras; huye
subiendo, huye
bajando, huye
a paso de sotana, huye
alzando al mal en brazos
huye
directamente a sollozar a solas.
Adonde vaya,
lejos de sus fragosos, cáusticos, talones,
lejos del aire, lejos de su viaje,
a fin de huir, huir y huir y huir
de sus pires -hombre en dos pies, parado
de tanto huir- habrá sed de correr.
¡Y ni el árbol, si endosa hierro de oro!
¡Y el hierro, si cubre su hojarasca!
Nada, sino sus pies
nada sino su breve calofrío
sus paras vivos, sus entonces vivos…
Obra poética completa César Vallejo (16 de marzo 1892 -15 de abril de 1938)