Oración letárgica
No tienes más que las “gracias” como moneda
Hanni, Ayúdame
Eddy, envíame frutos
Sylvia, arrulla mi infancia muerta
-Jorge, Sálvame.-
Agua de luna pervertida en aguas negras
ando vendiendo mi alma al mejor postor
useless, nobody, tired, sad dreamer
los surcos en la cara del preocupado.
El cuerpo flotando por hambre
huir de aquí para no dejar obituario
el exilio como cura, inmigrante en tu propia tierra
que esta roja y te mancha cada paso.
Una revelación durante la ceguera de cuarenta días y cuarenta noches:
para ser dios,
debes ser esclavo de los ruegos y deseos por los mortales
que quieren confiar en vos sin verte como el aire.
Muchos querrán engañarte con promesas
otros dirán que les hablas y diriges sus armas verbales o asesinas
de más gente que pide auxilio
pagando con cera y sangre.
Cuando puedas escuchar
y también ignorar
en el instante que crean cumpliste sus deseos:
ya serás dios.
Amigo mío,
perdón por las quejas, el dolor y la depresión
que este cuerpo debe soportar antes de volar hacia el sol
en éste futuro tan horrendo
que jamás imaginaba desde el pasado obsoleto.
Ojos blancos
Hoy es madrugada
para leer el tarot en la penumbra,
nuestro cráneo infinito
revela borrosos astrum donde se fuga la razón
Frota el cuerpo desnudo
con miel y oro
aúlla los tonos de tu látido salvaje
rota el cuello hasta que crujan tus míseros huesos
-perturba las olas de tormenta hasta los riscos más elevados-
Dialoga con la muerte en las corneas
de pequeñas aves muertas
¡Furia! ¡Furia! ¡Furia!
abre lento las puertas
con brebaje de fuego y hierbas
Retorna a tu alma animal
Destroza con tus dientes afilados
a todos esos dictadores canibales
devora el aliento de los dioses antiguos
-resucita en la inmortalidad de las ideas-
Misterios órficos
Recen por nosotros
los insomnes,
criaturas nocturnas
hijos de la tempestad
Rueguen por nosotros
los enamorados pendejos,
que aún creemos mentiras
y lloramos con la ducha abierta
¡Abran las puertas del paraíso!
a los depresivos, suicidas, indecisos y actores
hundidos en la miseria…
¡Ten piedad de nosotros!
Manzanas blancas
Señor, ¡Corra!
para que la lluvia no le moje el pan
más caro que un día de trabajo
“Ganarse el sustento, sudarse el pan” proverbios sistemáticos.
Raciones de comida reducidas
discursos que pretenden rellenar tripas vacías
la costumbre es un placebo,
ahora, nadie quiere morir siendo un héroe patriótico
Ya no estamos en el Siglo de Las Luces,
generación infértil
desmemoriada, mal hablada,
adicta, instantánea, alineada.
Mi corazón es de leche y clavito
Espíritu de fuego
invoqué tus labios
murmúrame al oído
los secretos en las entrañas de la tierra
Duendes de invierno
con trajes blancos
y cintas de colores
corren por las casa
Devoramos hambrientos
los recuerdos de buenos tiempos
hervido de gallina, arepa de trigo
nata, perico, café en taza de peltre.
Un balcón con maniquis sentados
¿Y los rebeldes de hace un rato?
castrados, obsoletos
marchitos, cobardes
el enemigo no es tan malo… tiene wifi libre
¿Y las feministas? Antilabiales
camisas anchas, greñas despeinadas
sentándose con las piernas abiertas
ahora son pin up digitales multiplicadas a la carta
¿Y el fin del mundo tan publicitado?
“compra tu combo apocalipsis ¡YA!”
el pasaje revendido a la salvación
el temor es un buen negocio
¿Y el futuro que prometiamos de niños?
¿el empleo, la fama, el auto, ken o la barbie?
¿y los suicidas adolescentes?
Esperando el antidoto para la vida sabor a naranja.
Tersina Viridis
Que bonito el bastón de Perán Erminy
los putos años,
resumidos a un perol
te robare la sustancia y la guardaré en glicerina
¿Viste que es normal ser loco?
“No time, No place, la obra…
es un fenómeno mudo”
-chochea Perán
Un día escucharemos al chaterrero:
“Se compra y vende arte… hierro, cobre, aluminio, se compran calentadores, neveras,
cocinas de gas. Chatarrero ha llegado el chatarrero. Se compran baterías, radiadores viejos,
canalones de hierro o “cin”, hierro, cobre, aluminio, señor-señora.”
Slow
¿Cuánto cuesta morirse ahora?
escasez de comida, condones y dignidad
exportarnos compulsivamente
como otro producto en los anaqueles extranjeros
Demasiado cansada para estar triste
demasiada harta para fingir
cuando debes ser otro ladrillo en el muro
ya lo cotidiano vale una locha.
Gabriela La Riva (Venezuela, 1986) escritora, actriz teatral y barmaid. Actualmente tesista de la carrera de Letras mención Historia del arte en la Universidad de los Andes (ULA-Mérida). Su compromiso con el arte ha sido amplio y diverso, desarrollando actividades en las áreas de gestión cultural en festivales, bienales y simposios de arte contemporáneo, fotografía, cine, música, arquitectura, entre otros. Del mismo modo se ha desempeñado en medios de comunicación radiofónico y digital. En el presente, continúa participando en recitales poéticos, exposiciones, ponencias en jornadas de la Facultad de Humanidades y Educación (ULA), perfomance y colaboraciones relacionadas con la producción artística, literaria y teatral, publicada en blogs chilenos y españoles, además de ser la ganadora de las VIII Jornadas de Investigación y Creación Literaria 2016 en la mención Ensayo por la Universidad de Los Andes (ULA-Mérida).