Poema: Claroscuro

Se han perdido los muertos en nuestro desamparo.

Dormimos en sus cuartos de penumbras

y la luz apenas centellea el cuerpo de la noche.

Hay un respiro de moribundos.

    Estertor de claridad.

Los cuartos cerrados y de golpe, el desequilibrio.

Cuando no acechábamos la puerta.

Ya en silencio.

Bastará una rendija.

El diminuto asombro de asomarnos.

En lo que nos falta.

Daniuska González. Los pliegos del silencio (2013).