Poemas de Enza García Arreaza

Una vez dormí contigo

y con tu gato desahuciado

debí saberlo entonces

eras incapaz de sostener el universo.

 

(a Stephen Hawking)

 

 

Voy a tener ausentes y lobos

por no hablar de mi abominable educación

en praxis, ontología o estética

y demás resabios del hastío.

Mi vida tendrá irrupciones

Ares para humillar

Orfeo para mentir

habrá sátiros, estrellas beatas

mi vida tendrá enjambres

salvajes, fotógrafos

juegos de súcubo

y notables incontinencias

llenaré cajones de celuloide y polillas

dormiré poco maleable

infecta y culpable de mis polizontes.

Debo equivocarme de semen

hablar de morir antes de tiempo

como una adolescente que se da mucha importancia

decir tigre, abedul, conejo y violeta

conjurar carne penitente

debo reconocer que una mente arruinada

no distingue entre demonio y compromiso

debo convencerme de que el estallido

y los planetas resultantes

no fueron en vano.

 

Crecer es asesinar al padre, te dicen.

Pero cuando yo veo a mi padre

encuentro al niño

hambrienta miniatura corriendo por el monte

cazador de tucusitos con una gomera

que le temía a su abuela por bruja y lujuriosa.

Yo no puedo matar a un niño

le tengo pena

ahora que ha envejecido

y habla de las mismas cosas

recordándome que debo cavar un hueco

y amarlo para siempre.

 

 

En el colegio católico sucedían estas cosas:

Yo tenía diez años

(la cara redonda, las rodillas rotas)

entonces algún compañerito me interrogaba

sobre el oficio de mis padres

y yo no encontraba con apenas una década sobre la tierra

cómo bregar con la vergüenza que en aquel entonces

aparecía como un espanto en la barriga:

 

Papá vende animalitos y terminales*

por las tardes sale en su moto

mamá se la pasa todo el día gritando

y mis hermanas quieren crecer y largarse.

 

Después supe que desperdicié mis años de inocencia

preguntándome si alguna vez me pondrían

como reina del Carnaval

y si de verdad pertenecíamos a la clase media.

 

(Para Manuel Gerardo Sánchez)

*Juegos de azar.

Todos los poemas pertenecen al libro inédito El dinosaurio blanco
Ilustración de la autora

Autor: Enza García

Enza García Arreaza (Puerto la Cruz, 1987) Narradora y poeta. Obtuvo el VII Premio Literario Cuento Contigo de Casa de América (Madrid, 2004) con «La parte que le tocó a Caleb». En 2007 resultó ganadora del Concurso para Obras de Autores Inéditos, auspiciado por Monte Ávila Editores, con el libro de cuentos Cállate poco a poco (Monte Ávila Editores, 2008). En 2009 recibió el III Premio Nacional Universitario de Literatura de la Universidad Simón Bolívar con El bosque de los abedules (Equinoccio, 2010). Textos suyos aparecen en las antologías Cuento Contigo 2 (Madrid, Siruela, 2006) y Zgodbe iz Venezuele (Eslovenia, Sodobnost International, 2009); en las muestras De la urbe para el orbe. Nueva narrativa urbana (Caracas, Alfadil, 2006), Joven Narrativa Venezolana III. Premio de Cuento Policlínica Metropolitana para Jóvenes Autores 2009-2010 (Caracas, Equinoccio, 2011), De qué va el cuento. Antología del relato venezolano 2000-2012 (Caracas, Alfaguara, 2013), Tiempos de nostalgia / Tiempos de saudade (Caracas, Ediciones del Instituto Cultural Brasil –Venezuela, 2013) y en Voces -30. Nueva narrativa latinoamericana (Chile, Ebookspatagonia, 2014). El libro de cuentos Plegarias para un zorro aparece en 2012, editado por bid & co. editor. El animal intacto, primer libro de poemas, llega en 2015, cortesía de Ediciones Isla de libros.